YOW – Trial & Error, a Marta Davila Mateu portrait

YOW - Trial & Error, un retrato de Marta Dávila Mateu

BIENVENIDOS AL MUNDO DE MARTA

Para aquellos que han estado siguiendo nuestros movimientos desde el primer día, probablemente sabréis que Marta Dávila Mateu y su estilo imperecedero sobre una tabla son dos cosas de las que difícilmente podemos aburrirnos. Inevitablemente, para el primer perfil de nuestra serie de retratos, nos adentramos con gusto en la vida de Marta, cuyos talentos van mucho más allá del skateboarding.

Nacida en 1998 en un pequeño pueblo costero llamado Sitges, a menudo eclipsado por la ciudad vecina de Barcelona, Marta creció en una familia de cinco miembros. Residiendo junto al mar y con la capital del skate de Europa a un paso, el mar y la playa se convirtieron rápidamente en el patio de juegos de Marta. A través de su mamá y papá, ambos amantes del agua, desarrolló rápidamente una relación íntima con el océano, pero fueron sus dos hermanos quienes introdujeron a Marta en el skate y el surf. Los acompañaba a la playa y a los skateparks y Marta pronto empezó a destacarse incluso más que sus dos maestros.

Para cualquiera que haya tenido el placer de conocer a Marta, sabrá que es una de las mujeres más aventureras y auténticas que existen. Marta es una de esas personas que parece hacer de todo. Ella surfea. Ella patina. Ella navega. Ella viaja. Ella estudia. Así como encuentra líneas, curvas y transiciones en el skatepark, el mundo de las matemáticas y la ciencia se abrió para Marta. No solo por interés en la tecnología, sino por una gran curiosidad por el mundo que nos rodea, ella tomó la decisión de adentrarse en la dirección de la informática, apartándose del camino trillado.

Una pasión te llevará a lugares —ya sean nuevas culturas, nuevos entornos o nuevas formas de vida— te brindará el condimento de la vida. Después de terminar sus estudios en los Países Bajos y debido a la falta de surf y skate, Marta terminó en un lugar donde ayudó a los humanos a comprender mejor nuestro planeta. La siguiente aventura la llevó al Centro Espacial de Guayana en la Guayana Francesa, donde desarrolló software vital para los vuelos de cohetes y la seguridad durante los lanzamientos. Lo sé, es mucho para asimilar. Ahora, inmersa en el entramado cultural del sur de California, Marta reside en la ciudad de Los Ángeles. Aquí, está cursando un Master en Ciencias de la Computación, donde, además de patinar y surfear, trabaja activamente hacia un futuro mejor para la humanidad a través de la tecnología.

Con una voz suave y una brisa suave en su carácter, Marta habla sobre las similitudes entre sus muchos intereses, donde caer y levantarse es la esencia del éxito.